Existió un tiempo cuando los hombres usaron una palabra sencilla para describir todas las disfunciones sexuales posibles en las mujeres: la frigidez (literalmente, el frío, de Lat. frigidus: el frió). Hoy, este término vago y despectivo no es aceptable. Después de todo, tal como la respuesta sexual en el hombre y la mujer es similar, así lo son sus inadecuaciones sexuales. Existe una sola disfunción sexual que es típicamente femenina, que no puede ocurrir en hombres: "Vaginismus"

Def: Vaginismus
Existen algunas mujeres que no pueden participar el coito debido a espasmos musculares involuntarios que cierran la apertura de la vagina. Como consecuencia, la inserción del pene de un hombre se vuelve extremadamente difícil o hasta imposible. La condición es conocida como vaginismus.

Posibles causas
En algunos casos raros, el vaginismus se desarrolla como una reacción protectora contra dolor previamente experimentado durante el coito que, a su vez, fue causado por cierto daño o enfermedad de los órganos sexuales internos. Obviamente, en tal caso, la causa física fundamental se debe tratar.
Sin embargo, muy a menudo las causas del vaginismus son totalmente psicológicas. Por ejemplo, la mujer puede haber tenido cierta experiencia traumática tal como una violación o coito con un parejo inconsiderado. Tales experiencias deben ser discutidas antes de que cualquier tratamiento pueda empezar.

También pueda haber una explicación más simple: una mujer cuyo parejo no pueda tener o sostener una erección finalmente puede volverse tan frustrada y aprensiva sobre sus intentos fútiles de coito que su vagina se cierra involuntariamente. Por otra parte, aún un hombre con respuestas sexuales saludables puede finalmente desarrollar una disfunción si él encuentra siempre la vagina de la mujer demasiado apretado para la penetración. Así, una pareja puede entrar en un círculo vicioso de desilusión mutua. Hace entonces poca diferencia cómo el problema empezó. Ambos hombre y mujer necesitan tratamiento.

Otra posible causa del vaginismus es una crianza estricta y puritana que enseña a una niña a considerar el sexo como algo sucio y maléfico. Tales actitudes negativas pueden muy bien impedirle de modo alguno funcionar sexualmente.

Tratamiento
Cualquiera que sea su causa, el vaginismo se puede tratar normalmente con buen resultado si la pareja está lista para cooperar. El primer y más importante paso terapéutico es simplemente educacional: un terapista sexual explica el fenómeno en detalle y entonces lo demuestra físicamente poniendo a la mujer en la mesa de examen. Tan pronto como el terapista trata de insertar un dedo en su vagina, el espasmo involuntario cierra la apertura. Al parejo sexual de la mujer entonces se le pide ponerse un guante para el examinar y sentir la contracción. Una vez ambos parejos comprenden que lo que está pasando es en realidad un obstáculo físico para el coito, estan listos para tomar los pasos prácticos apropiados.